Las plagas de insectos en productos almacenados representan un problema serio que puede ocasionar importantes pérdidas económicas. Estos insectos afectan una amplia variedad de alimentos almacenados, como cereales, frutos secos, nueces, semillas e incluso tabaco.
Además de dañar los productos, estas plagas contaminan los alimentos, haciéndolos inseguros para el consumo humano. El impacto económico incluye el deterioro de los productos y la necesidad de desecharlos, lo que resalta la importancia de un control efectivo.